
Historia
Las coles de Bruselas son originarias de Bélgica : según la tradición, aquí es donde se cultivaron por primera vez alrededor del siglo XIII , importadas por las tropas romanas. En Bélgica pronto se convirtió en una hortaliza muy popular en el ámbito gastronómico y luego se extendió rápidamente al resto de Europa. En Italia se cultivan de forma poco intensiva, pero en particular en el período de septiembre a marzo.
Propiedad
Desde un punto de vista nutricional, las coles de Bruselas son ricas en hidratos de carbono , proteínas , minerales (especialmente fósforo y hierro), pero también fibra y antioxidantes . Las coles de Bruselas contienen solo 45 calorías por 100 gramos y contienen flavonoides antioxidantes (incluidos tiocianatos, indoles, luteína), pero también sinigrina, que sería útil para la prevención de tumores y para la destrucción de células cancerosas (en particular para el cáncer de mama y Cancer de prostata). Las coles de Bruselas también son ricas en vitamina C , vitamina A (útil para la piel y las mucosas), vitamina K(útiles para los huesos y para el buen funcionamiento del metabolismo) y también son ricas en cobre , calcio , potasio , hierro , fósforo y manganeso , pero también en vitaminas del grupo B.
Variedad
Las coles de Bruselas se pueden distinguir en diferentes variedades según el tamaño, el tamaño y la duración del ciclo. Entre las variedades más comunes mencionamos la Frigostar , la Rampart , la Sigmund , la Lunet y la Jade Cross . Sobre la base de la longitud, es posible distinguir tres tipos diferentes de brotes , a saber, el brote enano, el brote común y el brote mediano . También existe una cuarta variedad tinta, pero extremadamente difícil de encontrar.
Precio
Las coles de Bruselas se pueden comprar congeladas o frescas: se cultivan entre mayo y agosto, mientras que la cosecha se realiza en otoño-invierno. De media, un kilo de coles de Bruselas frescas cuesta unos tres euros y a la hora de comprarlas es bueno asegurarse de que sean compactas y que no tengan las hojas amarillas.
Curiosidad
Las coles de Bruselas no se pueden comer crudas , pero a pesar de estar cocidas pueden ser difíciles de digerir. Para hacerlos más digeribles, es recomendable escaldarlos unos minutos en abundante agua con sal antes de la cocción. Antes de cocinar los brotes, es una buena idea quitar 2-3 hojas exteriores para asegurarse de eliminar los residuos de pesticidas.